Captación de agua

La función de un sistema de captación de agua es la recolección del agua que se precipita de manera natural y tratamiento para su aprovechamiento.

Desde antiguas civilizaciones se han aprovechado los beneficios de la captación del agua de lluvia, sus inicios se remontan a antiguas civilizaciones, un ejemplo es el imperio romano, donde se construyeron grandes depósitos subterráneos para captar el liquido de lluvia.

La recolección del agua de lluvia puede ayudar a los hogares a ser autosuficientes en zonas donde no hay conexión a redes municipales, o inclusive a contribuir al ahorro del vital líquido y disminuir la demanda sobre el insumo, además se protege el flujo de los ríos o de las aguas subterráneas ya que se reduce la necesidad de extraer agua de fuentes naturales.

 Ventajas:

  • Ayuda a que lugares que no cuentan con sistema de suministro de agua puedan tener este recurso.

  • Reduce la demanda del agua en los hogares

  • Disminuye el uso del agua potable en actividades cotidianas donde la potabilización no es esencial, por ejemplo para:

    • La descarga en inodoros;

    • Lavado de los patios, veredas y vehículos;

    • Riego de jardines;

  • Aunque no es potable puede ser potabilizada con métodos sencillos de filtrado y desinfección;

  • Disminuye el impacto ambiental derivado de la ocupación del terreno con áreas impermeabilizadas;

  • Reduce la explotación de los mantos freáticos y de las fuentes superficiales: manantiales y pequeños cursos de agua;

Desventajas:

  • Esta agua no es potable, tiene que ser tratada mediante filtración y desinfección;